No es de extrañar que la biblioteca de Tianjin en China se haya convertido en una referencia de la arquitectura, el diseño y la creatividad.
Es lógico pensar que los libros deben ser el centro en una biblioteca. Pero la forma en la que los arquitectos han otorgado el mayor protagonismo posible a los ejemplares es verdaderamente audaz. Una forma única de aprovechar el espacio, encontrar respuestas creativas a las necesidades de los usuarios y convertir un edificio más en todo un icono del país.
Realizada por el estudio de arquitectura holandés MVRDV, la biblioteca de Tianjin ya se ha convertido en un lugar icónico del país y una referencia para las bibliotecas del mundo entero.
En su interior los visitantes pueden encontrar un total de 1,2 millones de libros de los temas más diversos. El espacio cuenta con una estructura de 33.700 metros cuadrados de cristal. Pero una vez dentro descubrimos su verdadera originalidad: el diseño del espacio.
El centro lo marca un espacio oval, apodado como el ojo, que da lugar a un auditorio esférico, ideal para desarrollar todo tipo de eventos culturales, o simplemente para disfrutar de la lectura de un buen libro. Las curvas que rodean toda la estructura, atestadas de libros pretende de servir de estímulo para los lectores que acudan a sus instalaciones.
Los pisos inferiores del edificio serán los espacios a las que el público en general tengan acceso, mientras que los pisos superiores están destinados para las oficinas.
En definitiva una construcción increíble que transporta a todas las personas que entran a un estado de mente creativo. Un espacio inspirador.
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